La semana pasada pude recordar que en el pasado las formas de hacer justicia eran muy diferentes, desde los castigos con tortura hasta la muerte, la gente aprendía de la peor forma lo que no se debía hacer en sociedad pues, si decidían hacerlo tendrían castigos horribles. Entre ellos está la Ley de Talión que decía que un daño hecho debía recibir como respuesta un daño idéntico, o como se conoce aún más: "Ojo por ojo, diente por diente".
Para hacer justicia en la antiguedad existía la Santa Inquisición, quienes tenían el poder de castigar, torturar e incluso dar penas de muerte a las personas que cometían injusticias. Esto me hace pensar en que quizá ahora las formas en las que se intenta corregir a las personas que hacen algo mal son mucho menos sádicas, pero debió haber sido aterrorizante.
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